El caso, que se me ocurrió hace un par de meses empezar a tirar del hilo de la autogestión y todo eso, y al final, pasando por la autonomía política, y luego por la autonomía social, como previas a la autogestión, amada autogestión de nuestras vidas, pues llegué a la puñetera autonomía personal.
¿Y qué es eso? dirá algun@... pues mira, no lo sé, pero creo que... "coge el sentido" y tira p'a'lante..
Bueno, quizás sí: No esperar NADA, no dar NADA por hecho, todo es como es, no imaginar que las cosas puedan ser de otra forma, SINO _HACER_ que las cosas SEAN de otra forma...
¿Y cómo? Pues mira, en el día a día, tratando de ser independiente, sí, no-dependiente; eso no quita que tenga mis relaciones con la gente: relaciones de amistad, relaciones de cariño, relaciones de afinidad, de sueños, de besos... pero eso, siempre desde la autonomía, del... no encadenar.
Ahora le encuentro nuevos significados a aquella letra de la Banda Jachís que decía "Ama pero no te enamores, te amaré si no me encadenas, no hay amor sin romper cadenas"
... y así todo, reformulando mis relaciones, sin esperar nada de nadie y tratando de que nadie espere nada de mí, al menos que no desespere si es que espera... ya sabemos, esperar es muy jodido; esperar al tren, esperar a la llegada del buen tiempo, esperar a que un@ se encuentre mejor... al final, supeditamos nuestro actuar aquí y ahora a que las cosas cambien, como si el resto del mundo cambiara independientemente de nosotres...
Bueno, lo que quiero decir, también, es que la autonomía, personal, tiene sus límites, porque como animales políticos, que habitan la polis (zoón politikón, transcripción del griego antiguo), pues como animales políticos tenemos ciertos límites, los límites que esa socialización forzosa, que por otro lado nos hace más fuertes frente a la vida, nos impone.
Así que nada, aquí sigo, jugando a saber horizontes, como quien halla un límite en matemáticas para saber hacia dónde va la función, y jugando con las variables, incluso tratando de introducir, poco a poco, nuevos factores en la ecuación, hasta que sienta, y nunca hay conclusión concluyente, que estoy agusto.
Lo dicho, este viaje es impresionante.
Y si no, que se lo digan a Ulises, que tardó toda una vida en estar preparado para poder llegar a su patria (o matria, si lo preferís, pero vaya, siempre con el sentido del lugar que le vio nacer) y morir.
El otro día hablábamos de eso en un café llamado el Barantic situado en Rue Saint Michel, más conocida como Rue de la Soif. Decíamos, dialogábamos, y llegábamos a una conclusión "temporalmente autónoma" de que al final, la vida, es un aprendizaje... sonará muy fuerte, quizás, lo que voy a decir a continuación, así que si estáis sensibles, parad de leer aquí, os lo ruego.
Bueno, lo que decíamos, es que al final, es la vida, con sus meandros, con sus cursos rápidos, con sus caídas y marchas en diagonal hasta la orilla (y vuelta a nada el río a contracorriente, no queda otra, somos como los salmones... ¿no? :P), la que nos va preparando para... para la muerte, o mejor dicho, para el momento antes... Y todo esto me recuerda un poco a la película aquella de "El Arte de Morir", quizás me la vuelva a ver, si tengo tiempo.
De todas formas, es curioso, pero últimamente creo que las amistades que hago y rehago son un poquillo más sinceras y profundas, y eso me llena de felicidad, aunque ya sabemos, la felicidad verdadera, no la salida de la ignorancia inconsciente, es producto de un equilibro, o por lo menos así es para mí, aquí y ahora, es producto de un equilibro entre la libertad y su precio, subtítulo de una película-documental de ficción sobre un lugar muy agradable (y muy duro) de vivir llamado "La Villa Mon Bproumpf" (o algo así), que podéis visitar virtualmente en http://elaboratoire.free.fr.
Pronto, si nos vemos este verano, os contaré con más detalle. Tampoco tengo mucho tiempo, puesto que me quiero quedar aquí, de nuevo (sí :P), el curso que viene, y las gestiones y llamadas y ralladas varias no son pocas, y además, querría ir avanzando un poco en el tema de la autonomía en su vertiente económica y quizás ponerme a trabajar en algo que me permita conjugar estudios, vida personal y social, y autonomía un poco más construida.
En fin, ahora sí que sí; estaría contándoos cosas todo el día, tengo muchas ganas de veros, a mucha gente, de renovar viejos pactos, de retomar antiguas risas que aún resuenan en los muros de ladrillo visto-listo de calles, rincones y casas que nos acogieron alguna vez. Como en la canción aquella, quizás la hoguera de san Juan se encienda, a lo mejor se enciende ;_)
En fin (II), para julio estaré por Madrid, aunque del 20 al 30 de julio ya tengo pensado un viaje al Baitu Rock (http://www.baiturock.com) con continuación por Euskal Herría y la playita :P
Ya hablaremos, os dejo unas fotos de La Villa, en especial, las más coloridas, de la casa que unos amigos gallegos se han hecho allá, con palés recuperados de la basura, y con mucho empeño y visión de futuro.
Ah, muchas gracias a Fermín Muguruza por sus canciones (podéis ver las letras, aparte de en euskera, traducidas a castellano, francés e inglés, en su página web http://www.muguruzafm.com también por sus canciones (podéis consultar sus canciones en catalán, pero también traducidas ), y a Lluís Llach,a castellano, en su sitio web http://www.lluisllach.cat).
Sin ellas nunca hubiera retomado la idea de Ítaca, y tantas otras ideas no hubieran podido comenzar a florecer.
...Ítaca, el camino es largo y tortuoso, pero bien merece la pena...
...Han de nacer flores a cada instante...
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Besos,
Alex
p.d.: Este es un lugar en construcción permanente, y multidireccional, así que todo el mundo puede enviar cosas, comentarios, ideas, etc etc etc... y quizás los posts cambien con el tiempo (sobre todo de añadir cosas)
