domingo, 8 de noviembre de 2015

De qué iba la cosa...

Pues la cosa claro que iba de lucha de clases. Pero no sólo. Creo que a mi me quisieron hacer muy racional y me enseñaron a esconder los sentimientos. 
Así es normal que me salgan tics y muecas cuando siento y me reprimo.

Además, encuentro este actuar muy de esa época en que importaba la apariencia, aquella primera impresión, que si era mala ya se podía dar por perdida la relación con quien la recibiera, y que si era buena, era presagio de grandes aventuras.

De pequeño recuerdo que era muy basto, ciertamente maniqueo y oscilante entre la alegría y la tristeza con una presteza enorme, casi tal como ahora soy, aunque me traten de estabilizar con yatrología, bueno, trate, ya que acepté hacerlo.

De pequeño era muy vago. Me gustaba no hacer los deberes en casa y luego hacerlos en cinco minutos antes de que preguntaran en clase. Aunque a veces también me gustaba hacerlos en casa con aquello de caer bien a los profesores... o las profesoras. Qué de amor profesaba por aquellas profesoras que me permitían mantener una conversación con ellas a un nivel que mis compañeros de clase ni imaginaban... ni aspiraban.

Siempre quise irme con la gente mayor que yo, no sé si porque tenía una hermana que me sacaba entre 4 y 5 años o porque realmente quería ir más allá.

El caso es a menudo se me pasaba lo de más acá sin haberlo probado.

No sé si me salté el Barrio Sésamo de arriba-abajo-izquierda-derecha pero recuerdo con nostalgia aquella ocasión en que descubría las cintas vhs de mi hermana y veía y volvía a ver «La bola de cristal», un programa que, por mi edad, no me debió haber tocado ver.

La bola de cristal creo que me metió en la cabeza ideas para las que no estaba preparada mi mente en aquella época. Aún ahora me lo pregunto, aunque me lo pase pipa viendo sus episodios.

De pequeño también era muy inseguro; desde no atreverme a iniciar una, alguna, ninguna conversación, hasta hacerme el valiente para demostrar que era atrevido y extrovertido, lo que me lleva a la siguiente afirmación: de pequeño era muy temerario.

Yo era (y soy) un ser sumamente sensible que, al fiarse de las apariencias del mundo, creyó que era el único que sentía con tal intensidad y trató de hacerse pasar por quien no era para tratar de encajar.

Sí, aquel mundo es más o menos este. Y aquel ser es más o menos este.

Entonces, la cosa cosa creo que iba de atreverse a sentir. No, no quería decir  «asentir»... o bueno, lo mismo sí... atreverse a sentir es un compromiso, ¿no? Pues ya está.



«El vi de l'esperança, el vi dels sacrificis, l'esperança rompuda,  plantar cara a la vida»

Estoy harto

Estoy harto.

Estoy harto de seguir actualizando esa página que no sé si algún día migrarán a otro sitio.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan no solo cuando me fallan sino, también, cuando descubro que lo poco que tenemos en común es que, a nuestros años, nos hemos quedado fuera de los círculos de amigos que un día tuvimos y de los que nos apartamos o apartaron.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan no solo cuando me fallan sino, también, cuando el objetivo de salir no es disfrutarnos como personas sino que necesitamos de una actividad de pago para poder pasarlo bien.

Estoy harto de esas personas que me chupan el tiempo, pero no de una manera fácilmente identificable; que se comprometen conmigo en algo que luego no cumplen y me veo obligado a hacer su parte. Esas personas que, a pesar de enviarles mensajes, a pesar de llamarlas, no responden, realizan la maniobra del avestruz durante un tiempo y, cuando ya no se sienten reclamadas, hacen presencia por el foro como si nada.

Me enfada replicar los hábitos que veo como dañinos en mi padre: criticar constantemente en voz alta lo que veo, repetir frases que no son del todo ciertas como arma arrojadiza frente a una realidad que cada día se aleja más del futuro que imaginaba.

Me cansa esa gente que no sabe ver más allá, o que si acaso sabe, no se digna a compartir esa visión conmigo.

Me indigna este presente tan tecnificado en el que parece que incluso las emociones han de ser mediadas [N. del T.: tekné es el término griego para el artificio, lo no natural... lo natural es la autogestión y, por antonimia, lo artificial es la heterogestión, la gestión mediante otro, mediante otra herramienta, otro actor...]

Me indigna que creamos que su tecnología va a permitir nuestra liberación. Podrá haber fallas, grietas del sistema que nos den algo más de tiempo...

Estoy harto de mentirme cada día, de rendirme cada día a los placeres de este mundo tecnológico y tratar de convencerme de que este es un mundo mejor gracias a esa tecnología.

Por otro lado, estoy harto de modernillos y modernillas con pinta o sin pinta de alternativillos y alternativillas que van a cambiar el mundo cuando a lo que realmente aspiran es a tener lo más coool en gadgets o a tener en su armario lo último; en fin, a llenar su ego.

También estoy muy harto de que el poder medie las relaciones y sólo nos llamemos cuando necesitamos un favor, pero no cuando necesitamos un abrazo, como si no fueran en el fondo lo mismo.

En fin, pérdida del nexo grupal, falta de un amor correspondido...








«Soltar todo y largarse, qué maravilla...»

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los límites del uso de Internet... o cuando Internet no está a la altura

Hace tiempo organizaba mi vida apuntando mis cosas en Internet... entonces tuve problemas porque tal o cual servidor no estaba disponible y perdía mis cosas por tiempo indefinido... o que no tenía batería para acceder a tal o cual servidor.

Desde hace un tiempo apunto mis cosas en papel, que siempre está disponible y no requiere más que un boli o un lápiz ;D


No es que Internet no me guste. Es, simplemente, que no está a la altura del papel ;)

Y sí, el papel es más ecológico, ya viene siendo demostrado.

Internet como medio, nunca como fin, y aún como medio, con cautela.

Tech: Cosas que hacerle a una página web que mantienes (institucional o muy grande i tot alló)

 Cosas que le puedes hacer: Estandarizar los colores   Homogeneizar las fuentes Una para el contenido Otra para los enlaces (y así te evitas...