domingo, 24 de abril de 2016

la tele la ve gente que tiene tiempo...

... pero yo no tengo tiempo, tiempo de ver la televisión, de dejar pasar el tiempo, tiempo libre, libre de cuenta y contador, libre de pie, lleno de asiento.

con los años...

con los años volverse menos rencoroso, menos vengativo, menos juez y sin embargo ser más consciente de todo... cariño?

la herencia...

lo heredado, es herencia? es herida? son ambas?

mierda, ya me he pillado entre tanta conversación...

"Tu mirada envasada al vacío como una mermelada, 
solamente necesito una tostá 
que me la encuentro por debajo de tus bragas 
y si huele a quemao: soy yo. 
adivina 
¿cuánto tiempo hace que no follaba? 
me abrazaste y se me puso dura, 
yo ya empiezo a notar desbordarse: 
los pantanos de toa extremadura. "

domingo, 17 de abril de 2016

Gente... Ingenieros versus técnicos o Mojarse el culo versus diseñar (que no construir) una máquina que pesque (en algún futuro remoto) los peces por ti

«Sigues los pies que marcan el trazo
De un camino ya más que caminado
Un mar de gente que fluye despacio
Manchando el aire con el eco de su paso.


A menudo me cuestiono a mi mismo cuando estoy haciendo algo y no produce el efecto deseado.

La cuestión es que generalmente es bueno planear (o planificar, si te van las palabras largas y más retorcidas) antes de hacer. La estrategia antes de la hacer. Planear la batalla antes de luchar.

Lo malo viene cuando estás en tus proyectos y alguien trata de convencerte de que te va a ayudar a planear la jugada pero pasado un tiempo, muchas veces excediendo lo prudente, descubres que esa persona es incapaz de hacer, que sólo puede pensar.

Quizás no es que no pueda hacer; seguramente es que le da miedo o que le da asco. Sí, hablo de ingenieros a los que les da miedo mancharse haciendo un taladro o que les asusta subirse al tejado a colocar una antena wifi en el mástil de la televisión.

La verdad es que me da pena el hecho de que estoy decidiendo qué hacer con mi pertenencia al «grupo promotor de guifi.net en Madrid». Llegado este momento, probablemente ese grupo debería llamarse de otra manera, ya que tengo pensado hacer un fork para empezar haciendo las cosas bien, estableciendo que sólo personal con ganas de mancharse las manos tiene cabida en él, a ser posible pensando mientras hacemos, sin demasiado planeo/planificación.

Y lo digo así porque la verdad es que estoy harto de que tras nueve (9) años con esto de guifi.net en Madrid, la única persona que se ha manchado las manos montando redes para otros de manera continuada ha sido Mariano Martín, que por desgracia ha tenido que dejar en segundo, tercer o cuatro plano el proyecto por cuestiones privadas. Por el contrario, personas que han hablado hasta la saciedad y no han hecho apenas nada han sido mis queridos ingenieros, Gabriel y Ernesto, que parece que han nacido para líderes, líderes de su partido.

Todo esto ha venido porque de regreso de la visita a la Cañada Real (La Casita, llevarles Internet), me he traído de vuelta a Ernesto y, como es habitual, me ha sacado de mis casillas. Primero me reconoce que probablemente no se pueda hacer mucha actividad profesional cuando le digo que orientemos ese proyecto con una visión comercial y, cinco minutos después, me tumba la idea de orientarlo como proyecto autónomo al que aportemos formación y todo nuestro (mi) saber hacer para que funcione a pesar de nostros, y me lo tumba con el argumento de que quizás sí haya dinero, dinero del ayuntamiento. ¡¡Como si el dinero del ayuntamiento fuese un bien que llueve como la coca-cola cada viernes por la tarde!! Todos sabemos que es poco probable que a corto plazo podamos contar con ese dinero. 

Este Ernesto, como en otras ocasiones lo hace Gabriel, simple y llanamente parece un infiltrado del enemigo, bien de las empresas de telefonía, bien del gobierno. Por desgracia, sin embargo, probablemente solo es un poco tonto.


Fork de guifiMadrid en proceso: ¡¡¡Absténganse ingenieros con ropa limpia!!!

jueves, 7 de abril de 2016

Volvieron las mantas

Y se fue el edredón nórdico.

Demasiado calor.

Y muy poco compromiso.

Nunca hacía la cama.

La ducha huele a piscina... a aquel día

Debía de ser el año 2000 cuando decidí empezar a fumar.

Realmente miento, ya había empezado con 14 años, en 1998, en un campamento de verano que se suponía sustituiría a los scout, que había dejado en 1993 (querido grupo 362 de Arganzuela - Santa María de la Cabeza) por lejanía, al habernos mudado de allí a Pozuelo el año anterior.

Sin embargo, aquel día decidí fumar un poco más.

La razón era clara. Mis aptitudes de socialización ya había hecho aguas y me asía al tabaco como elemento agregador del grupo en el que merodeaba como si fuera un contrato ciego a un banquero o a una eléctrica, pero un contrato al fin y al cabo.

Aún recuerdo aquel día, tras aquellas dos horas de natación en la piscina del Liceo Sorolla, que entonces era mi colegio. A la salida, decidí sacar uno de aquellos cigarros que con esmero había ido fumando, poco a poco, a lo sumo uno por día, desde aquel campamento de mis 14 años.

Tenía los pulmones abiertos, me sentaba peor que mal y, sin embargo, pensaba que eso aseguraba mi futuro en un grupo con gentes de las que apenas si tengo noticia hoy en día. No reniego de ellas, supongo que todas hemos cambiado, pero la verdad es que éramos (yo también) muy fiesteros.

Otro día fue aquello de la «colina del humo» en los céspeces que había en la parte de atrás, arriba, del Torreón (el centro comercial, lo que ahora es el edificio del Decathlon, y que entonces se llenaba con las salidas de las salas de cine). Recuerdo que uno a uno nos íbamos atreviendo a fumar como si aquello fuera echarse a volar y nosotros fuéramos pájaros en edad de aprender. Qué ilusos.

Lo cierto es que me apetece cerrar esa etapa que va desde que empecé a fumar, entre de mentirijilla (a los 14) y de verdad (a los 16) y que para mi, ahora mismo, abarcaría hasta hace un rato.

Lo cierto es que el tiempo es imposible de acotar en una manera tan simple como la magnitud que empleamos para contarlo. Supongo que es una franja o una etapa discontínua y asimétrica a primera vista; un examen más riguroso desvela un hilo conductor o argumental que lo convierte en una entidad diferenciada.

En la Fuente de la Salud para mi hubo varias épocas. Ahora no recuerdo quiénes son de cada una: Richi, Khaki, Tortu, Kolen, Mª Cruz, Tomás, Alex, María G., Belén, ...

Estuvo la época del costo, yendo al Sadra en la calle Doctor Cornago, un poco más arriba del estanco y más abajo del Chousa.

Estuvo la época del Martini bianco, que nos apretábamos (yo más que otros, por aquello de la evasión fiscal de la realidad) en la Fuente de la Salud, algunos junto a sus hermanos (yo no, en eso y en casi todo mi hermana siempre ha sido bastante madura).

Estuvo la época del kalimotxo y yo empezar a irme a Madrid (principalmente bajos de Argüelles) con otra gente (de colectivos como UR, de manifestaciones y asambleas...). Eran mis 16 a 17 años. Qué pedos más absurdos me pillaba entre el Rrebote y el Pipas.

Estuvo la época de la cerveza y yo ya alternando entre el grupo de la Fuente de la Salud y el del Tuto 1 (enfrente del antiguo Instituto 1, hoy Escuela Oficial de Idiomas de Pozuelo), que quedábamos a las 6 ó 7... Calero, Toño, Cabrera, Sarai, Des, Pablito, Gabi...

....


De aquellos años recuerdo tres cosas:
  • que me aficioné a la noche
  • que me aficioné al alcohol
  • que no hice (más) amigos ni conservé los que tenía
Todos estos ingredientes y la politización que heredé de mi hermana hicieron que empezara a alternar con ambientes de centros sociales (generalmente okupas de mala muerte, aunque incluso en un fin de semana tranquilo en el Labo03 era capaz de acabar tan borracho que llamaba a las chicas que me gustaban para jurarles amor eterno... como a Edurne... madre mía, que vergüenza, me acuerdo perfectamente).

Poco a poco empecé a frecuentar asambleas y movimientos sociales aunque, a raíz de mi entrada en el Colectivo 1984 por afinidad con Manzana, Eneko y Oli, empecé a militar más en lo telemático que en lo real, algo que se acentuó con mi detención por conducción temeraria bajo los efectos del alcohol en las fiestas de Aravaca (aún recuerdo aquel Renaul 21 ranchera).

Después vendría mi paso al grupo de Pitu y mi salida definitiva de los movimientos sociales de carácter marcado, sobre todo desde 2007-2009, años en que me empecé a interesar por el proyecto guifi.net, en el que continúo, no sin grandes dudas existenciales, dada la situación de atemporal varamiento que sufre el proyecto (en Madrid, no en Catalunya) desde 2011.

Una etapa se cierra para mí. No todo ha de cambiar. Sí debe hacerlo lo esencial, aunque muchas cosas se mantengan a pesar del salto.

Desacoplamiento en proceso...

Olor a nogalina en la habitación

Y de pronto, el recuerdo de aquel profesor de plástica, aquellos cuadros que salían mal y a los que añadí tantas capas... creo que alguno está en lo alto de algún mueble de la habitación.

¿Será ese olor a nogalina para barnizar paletas de pintor analfabeto lo que hace que me rodee de gentes del mundo del arte?

Jajaja, locura transitoria.

Tech: Cosas que hacerle a una página web que mantienes (institucional o muy grande i tot alló)

 Cosas que le puedes hacer: Estandarizar los colores   Homogeneizar las fuentes Una para el contenido Otra para los enlaces (y así te evitas...