«Sigues los pies que marcan el trazo
De un camino ya más que caminado
Un mar de gente que fluye despacio
Manchando el aire con el eco de su paso.
De un camino ya más que caminado
Un mar de gente que fluye despacio
Manchando el aire con el eco de su paso.
A menudo me cuestiono a mi mismo cuando estoy haciendo algo y no produce el efecto deseado.
La cuestión es que generalmente es bueno planear (o planificar, si te van las palabras largas y más retorcidas) antes de hacer. La estrategia antes de la hacer. Planear la batalla antes de luchar.
Lo malo viene cuando estás en tus proyectos y alguien trata de convencerte de que te va a ayudar a planear la jugada pero pasado un tiempo, muchas veces excediendo lo prudente, descubres que esa persona es incapaz de hacer, que sólo puede pensar.
Quizás no es que no pueda hacer; seguramente es que le da miedo o que le da asco. Sí, hablo de ingenieros a los que les da miedo mancharse haciendo un taladro o que les asusta subirse al tejado a colocar una antena wifi en el mástil de la televisión.
La verdad es que me da pena el hecho de que estoy decidiendo qué hacer con mi pertenencia al «grupo promotor de guifi.net en Madrid». Llegado este momento, probablemente ese grupo debería llamarse de otra manera, ya que tengo pensado hacer un fork para empezar haciendo las cosas bien, estableciendo que sólo personal con ganas de mancharse las manos tiene cabida en él, a ser posible pensando mientras hacemos, sin demasiado planeo/planificación.
Y lo digo así porque la verdad es que estoy harto de que tras nueve (9) años con esto de guifi.net en Madrid, la única persona que se ha manchado las manos montando redes para otros de manera continuada ha sido Mariano Martín, que por desgracia ha tenido que dejar en segundo, tercer o cuatro plano el proyecto por cuestiones privadas. Por el contrario, personas que han hablado hasta la saciedad y no han hecho apenas nada han sido mis queridos ingenieros, Gabriel y Ernesto, que parece que han nacido para líderes, líderes de su partido.
Todo esto ha venido porque de regreso de la visita a la Cañada Real (La Casita, llevarles Internet), me he traído de vuelta a Ernesto y, como es habitual, me ha sacado de mis casillas. Primero me reconoce que probablemente no se pueda hacer mucha actividad profesional cuando le digo que orientemos ese proyecto con una visión comercial y, cinco minutos después, me tumba la idea de orientarlo como proyecto autónomo al que aportemos formación y todo nuestro (mi) saber hacer para que funcione a pesar de nostros, y me lo tumba con el argumento de que quizás sí haya dinero, dinero del ayuntamiento. ¡¡Como si el dinero del ayuntamiento fuese un bien que llueve como la coca-cola cada viernes por la tarde!! Todos sabemos que es poco probable que a corto plazo podamos contar con ese dinero.
Este Ernesto, como en otras ocasiones lo hace Gabriel, simple y llanamente parece un infiltrado del enemigo, bien de las empresas de telefonía, bien del gobierno. Por desgracia, sin embargo, probablemente solo es un poco tonto.
Fork de guifiMadrid en proceso: ¡¡¡Absténganse ingenieros con ropa limpia!!!
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