sábado, 26 de diciembre de 2015

La respuesta está dentro de ti

Un día más. No logro conciliar el sueño. Que si no sé teclear a ordenador. Que si realmente no soy bipolar. Que si lo mío es una depresión doble...

Al fin y al cabo, llevo unos meses llorando intermitentemente antes de irme a dormir, casi siempre acordándome de aquel concierto de primer aniversario de Diagonal, en las Vistillas, diciéndole a aquella chica que me quiso que no me apetecía pasar aquella noche con ella. Eso sí, de muy malas maneras.

Lo que no llegué a decir, ni de buenas ni de malas, es que para mí aquello de dormir más de una noche seguida con una persona era completamente atípico.

No tenía la costumbre.

Ahora, quizás, sí, aunque no practique.

Será la edad.

Tampoco le pedí que me perdonara. Años después sí lo he hecho. Las vueltas que la la vida, ella me contestó a un mensaje de hace cuatro o cinco años y mantenemos una conversación por correo. Para ella todo aquello queda lejos, los recuerdos se borran...

Ojalá fuera así para mí también. Pero me siento preso de un sentimiento que seguramente sólo yo conservo... Ni ella ni los amigos que estaban aquella noche parecen recordarlo, aunque lo cierto es que nunca he tratado de hablarlo con ellos.

Aunque me dé miedo, un día de estos me gustaría intentar hablarlo. Aunque sea para reconciliarme conmigo mismo.

Y así poder desbloquearme...

No por haber sacado una vez las garras a quien [me] quería voy a creer que no soy capaz de querer sin mostrarme en mi fragilidad, sin ser leal a quien se me muestra en su fragilidad...

Por una vez no tirar de mi cultivadísima paciencia (quizás tolerancia inquisidora) sino ser comprensivo, empático...

Creo que tengo que trabajar esto... Pero siempre me cuestiono: en la discoteca no, que es mal ambiente; en el parque no, que no sé cómo empezar; ... Y así me paso una vida como aquel «home estàtic», hombre estático, en cuyo cabello las golondrinas anidaban...

Joder, ya va siendo hora de empezar a moverme...

Cosas que me frenan:
  • guifi.net: en mi opinión el grupo de Madrid está a verlas venir y no me merece la pena seguir involucrado; creo que no va a ningún sitio. Sólo, si acaso, lo de Ávila y lo de Aldea del Obispo.
  • movimientos sociales: hasta las narices de gente del rollo que es acrítica con Podemos y Ahora Madrid. Si esto sigue así, me da que me voy a tirar otra vez al anarquismo.
  • informática: cada día me huele más a rancio ese sistema meritocrático del software libre. Lo primero que no me gusta es su elitismo, sólo apto para quienes resulten «mejores»; lo segundo, que nos enfrenta; lo tercero, que nos hace olvidar que el enemigo es quien monta todo este tinglado y que, aunque lo subvirtamos, seguimos legitimándolo.

Es decir, si Internet y las tecnologías informáticas han de llegar a toda la sociedad para conformar una vivencia común y dotar de las mismas oportunidades (incluso de aburrirse de ello) a todo el mundo, hagámoslo.

Eso sí, no olvidemos que estas herramientas que extendemos son del enemigo, diseñadas por el enemigo, fabricadas en su nombre (por algunos de nosotros). Además, sirven a nuestros intereses en la medida en que coincidan con los del enemigo.

No sólo digo que los servicios más utilizados de la Internet (facebook, google) son del enemigo. Las redes que conforman la Internet, salvo honrosas excepciones como las redes libres (aquí se sitúa guifi.net entre otras), son del enemigo, por y para él.

Es curioso, los datos no conocen fronteras... pero las personas siguen siendo ilegales (aunque no lo sean) y se construyen fronteras y muros para ellas... ¿Para cuándo un muro bien fuerte contra Facebook y Google?

Pero bueno, como cada vez más tanto comunistas como informáticos me van demostrando que la revolución no está en ellos... pues tendré que pasar de su rollo e irme a otro lugar con mi música.

Bona nit desde Madrid
(Escuchando Bebe - Pafuera telarañas)

domingo, 8 de noviembre de 2015

De qué iba la cosa...

Pues la cosa claro que iba de lucha de clases. Pero no sólo. Creo que a mi me quisieron hacer muy racional y me enseñaron a esconder los sentimientos. 
Así es normal que me salgan tics y muecas cuando siento y me reprimo.

Además, encuentro este actuar muy de esa época en que importaba la apariencia, aquella primera impresión, que si era mala ya se podía dar por perdida la relación con quien la recibiera, y que si era buena, era presagio de grandes aventuras.

De pequeño recuerdo que era muy basto, ciertamente maniqueo y oscilante entre la alegría y la tristeza con una presteza enorme, casi tal como ahora soy, aunque me traten de estabilizar con yatrología, bueno, trate, ya que acepté hacerlo.

De pequeño era muy vago. Me gustaba no hacer los deberes en casa y luego hacerlos en cinco minutos antes de que preguntaran en clase. Aunque a veces también me gustaba hacerlos en casa con aquello de caer bien a los profesores... o las profesoras. Qué de amor profesaba por aquellas profesoras que me permitían mantener una conversación con ellas a un nivel que mis compañeros de clase ni imaginaban... ni aspiraban.

Siempre quise irme con la gente mayor que yo, no sé si porque tenía una hermana que me sacaba entre 4 y 5 años o porque realmente quería ir más allá.

El caso es a menudo se me pasaba lo de más acá sin haberlo probado.

No sé si me salté el Barrio Sésamo de arriba-abajo-izquierda-derecha pero recuerdo con nostalgia aquella ocasión en que descubría las cintas vhs de mi hermana y veía y volvía a ver «La bola de cristal», un programa que, por mi edad, no me debió haber tocado ver.

La bola de cristal creo que me metió en la cabeza ideas para las que no estaba preparada mi mente en aquella época. Aún ahora me lo pregunto, aunque me lo pase pipa viendo sus episodios.

De pequeño también era muy inseguro; desde no atreverme a iniciar una, alguna, ninguna conversación, hasta hacerme el valiente para demostrar que era atrevido y extrovertido, lo que me lleva a la siguiente afirmación: de pequeño era muy temerario.

Yo era (y soy) un ser sumamente sensible que, al fiarse de las apariencias del mundo, creyó que era el único que sentía con tal intensidad y trató de hacerse pasar por quien no era para tratar de encajar.

Sí, aquel mundo es más o menos este. Y aquel ser es más o menos este.

Entonces, la cosa cosa creo que iba de atreverse a sentir. No, no quería decir  «asentir»... o bueno, lo mismo sí... atreverse a sentir es un compromiso, ¿no? Pues ya está.



«El vi de l'esperança, el vi dels sacrificis, l'esperança rompuda,  plantar cara a la vida»

Estoy harto

Estoy harto.

Estoy harto de seguir actualizando esa página que no sé si algún día migrarán a otro sitio.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan no solo cuando me fallan sino, también, cuando descubro que lo poco que tenemos en común es que, a nuestros años, nos hemos quedado fuera de los círculos de amigos que un día tuvimos y de los que nos apartamos o apartaron.

Estoy harto de confiar en personas que me fallan no solo cuando me fallan sino, también, cuando el objetivo de salir no es disfrutarnos como personas sino que necesitamos de una actividad de pago para poder pasarlo bien.

Estoy harto de esas personas que me chupan el tiempo, pero no de una manera fácilmente identificable; que se comprometen conmigo en algo que luego no cumplen y me veo obligado a hacer su parte. Esas personas que, a pesar de enviarles mensajes, a pesar de llamarlas, no responden, realizan la maniobra del avestruz durante un tiempo y, cuando ya no se sienten reclamadas, hacen presencia por el foro como si nada.

Me enfada replicar los hábitos que veo como dañinos en mi padre: criticar constantemente en voz alta lo que veo, repetir frases que no son del todo ciertas como arma arrojadiza frente a una realidad que cada día se aleja más del futuro que imaginaba.

Me cansa esa gente que no sabe ver más allá, o que si acaso sabe, no se digna a compartir esa visión conmigo.

Me indigna este presente tan tecnificado en el que parece que incluso las emociones han de ser mediadas [N. del T.: tekné es el término griego para el artificio, lo no natural... lo natural es la autogestión y, por antonimia, lo artificial es la heterogestión, la gestión mediante otro, mediante otra herramienta, otro actor...]

Me indigna que creamos que su tecnología va a permitir nuestra liberación. Podrá haber fallas, grietas del sistema que nos den algo más de tiempo...

Estoy harto de mentirme cada día, de rendirme cada día a los placeres de este mundo tecnológico y tratar de convencerme de que este es un mundo mejor gracias a esa tecnología.

Por otro lado, estoy harto de modernillos y modernillas con pinta o sin pinta de alternativillos y alternativillas que van a cambiar el mundo cuando a lo que realmente aspiran es a tener lo más coool en gadgets o a tener en su armario lo último; en fin, a llenar su ego.

También estoy muy harto de que el poder medie las relaciones y sólo nos llamemos cuando necesitamos un favor, pero no cuando necesitamos un abrazo, como si no fueran en el fondo lo mismo.

En fin, pérdida del nexo grupal, falta de un amor correspondido...








«Soltar todo y largarse, qué maravilla...»

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los límites del uso de Internet... o cuando Internet no está a la altura

Hace tiempo organizaba mi vida apuntando mis cosas en Internet... entonces tuve problemas porque tal o cual servidor no estaba disponible y perdía mis cosas por tiempo indefinido... o que no tenía batería para acceder a tal o cual servidor.

Desde hace un tiempo apunto mis cosas en papel, que siempre está disponible y no requiere más que un boli o un lápiz ;D


No es que Internet no me guste. Es, simplemente, que no está a la altura del papel ;)

Y sí, el papel es más ecológico, ya viene siendo demostrado.

Internet como medio, nunca como fin, y aún como medio, con cautela.

jueves, 29 de octubre de 2015

Recuperándome de una pausa emocional

Quedarse pillado con el Guitar Hero en una nota tratando de tocarla bien una y otra vez mientras nuevas notas aparecen para ser tocadas es parecido a lo que me había ocurrido.

Me había quedado, tras un rechazo, incapaz de encajarlo y seguir adelante.

Me había quedado, también, aturdido por años tras rechazar de mala manera a alguien por miedo al compromiso, con el recuerdo de haber faltado y de haber fallado a personas muy cercanas a mí.

Ahora, como primero tengo que trabajar el compromiso conmigo mismo, me he marcado salir todos los días a hacer ejercicio, sea una horita andando o sea un paseo en bici como el de hoy.

Paralelamente, me ocupo de las plantas de mi casa que, aunque se vaya a vender, necesitan agua, sol y cariño.

Y bueno, también están las personas... pero me parecen taaan complicadas.

Venga, con mucho ritmo.

Peso: 79,5 Kg :)

lunes, 26 de octubre de 2015

«Acuérdate de vivir»

«Yo no quiero una vida a cachitos y recortada, yo la quiero entera, porque prefiero un dolor de verdad a una alegría de mentira»

Haber estado así de triste por algo que yo mismo creé...

Mmmm....

Ei, amigo, ¿te vienes a dar una vuelta conmigo?

¡Menos pajas y más pijos!

Que si dicen que la vida es muy corta, que si dicen que lo peor de cagarla no son lxs demás sino el recuerdo que guarda quien la caga...

La verdad, me quedo con esta canción :D :D :D


En fin, menos pajas y más pijos... hahahaha, cualquiera va y lo entiende...

Ah, vale, pues aquí viene otra ;-) ;-) ;-)


Veeenga, que soñéis rico, como decía un viejo conocido _^-^_

domingo, 25 de octubre de 2015

Llevo unas pintas modernas pero mi corazón es viejuno y realmente no lo puedo esconder

De la unión entre esta canción:

y esta otra:


he recuperado una sensación que se había manifestado en pocas pero importantes ocasiones desde el momento de los hechos.

Si conseguimos retrotraernos a la fiesta del primer aniversario del periódico Diagonal, que se celebró en el parque de las Vistillas y que contó con Desechos como grupo en su programación, seguramente estaremos en buena situación.

Por aquel tiempo podía elegir y, como podía hacerlo, hice algo que hoy, más de 9 años después, aún estoy tratando de encajar.

C. y yo nos veníamos liando las últimas semanas en casa de mi hermana. (C. era una compañera de piso de mi hermana, al igual que M. e I.). Tras el concierto, yo quería más marcha, pero C. me pidió que nos volviéramos a casa y yo, delante de mi hermana y de todo el grupo, le dije a C. que me estaba sintiendo como un objeto sexual y que, por favor, se cortara un poco.

Entonces me sentí como un auténtico imbécil. Hoy, todavía recuerdo esa sensación. Creo que esa sensación me lleva 9 años impidiendo mantener cualquier tipo de relación afectiva, salvo alguna excepción que no ha hecho sino confirmar la «regla».

Peor que aquella sensación es darme por fin cuenta,. a pesar de mi discurso (verbal, no verbal, en mi apariencia, en mis manos, en mi cara, etc etc etc) progre, moderno o... (quizás tendría que preguntarme qué discurso quiero tener a estas alturas).

Peor que todo aquello es darme cuenta, pese a mi discurso moderno y «progre», que soy un anticuado, posesivo y quizás hasta machista... y manipulador. Por reconocer fallos que no sea. Quiero que sea el principio de un cambio. Así que ahí quedan, fijados (en la medida en que son perennes los bits sin electricidad) para que no se me olvide.

Venga, otro pasito de esta tortuga con ceguera.

viernes, 16 de octubre de 2015

Apuntes Días de cine, 15/10/2015

En la casa (2012)
Los miércoles no existen - Película coral cuyos intengrantes chocan entre sí en una Madrid exultante
¿Vulcania? - Peli rara, distopía de una sociedad cerrada en una fábrica siderúrgica que ve cómo algunos de sus miembros mueren al acercarse a la «frontera»
--
Lejos de los hombres
Slow west
--
El rey de la Habana
Amama - Historia de desintegración de un caserío (ver en VOS)
  • Basada en una cita de Jorge de Oeiza (escritor)
  • Aizalde
  • Txotx
  • Bertsolari 
--
Turbo Kid
La bruja (terror, buena, brujas, akelarres)
«» - Adaptación de «Bodas de Sangre» de García Lorca
Love 3d - Derrumbe de fronteras del amor carnal
--
Recomendaciones:
  • Lejos de los hombres
  • Cineteca, sala Azcona, Festival de cine de Madrid
  • ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (libro)
    • Prólogo tan largo como el propio libro con detalle de las 50 mejores adaptaciones a cine de ciencia-ficción
--
Cine en casa:
  • Una paloma se posó sobre una rama a reflexionar sobre su existencia
  • La comedia de la vida
  • Ocho y medio [Fellini] (jiji)  - Reeditada en Blu-ray
--
Un día en New York
 

jueves, 15 de octubre de 2015

Apuntes 13-10-2015

Banda sonora de Forrest Gump
Best hippie songs of all time
Classic rock music education
=> (Let's) Get together (The youngbloods)

Aquellos maravillosos años (2x02 visto)
En el nombre del padre (volver a ver)
========================================
No/One time to...
Y, tras mucho buscar en la OST de Forrest Gump, la agraciada fue...
«Turn, turn, turn» (The Byrds)

Voy entendiendo

Jueves, 15 de octubre de 2015. Cerca de la una de la madrugada.

Dicen que de aquellos polvos, estos lodos.

Y es que acabo de ver, por fin, entera, la película «Asignatura pendiente».

Me ha gustado la trama personal entre José y Elena, por aquello de que la adolescencia parece que todavía está «en camino» o «en transcurso».

También me ha resultado interesante la ambientación histórica alrededor de ese momento que es la muerte de Franco y, sobre todo, la reflexión a modo de dedicatoria que aparece en texto al finalizar la película. en cierta parte del texto, además de citar a personajes reales y de ficción, dedica la película a esa generación que llegó tarde a todo: a la política, al cine, al sexo, al amor...

Y decía que de «de aquellos polvos, estos lodos» porque quizás es cierto aquello de que la generación de uno lo que tiene que hacer es sobreponerse a las frustraciones heredadas de sus padres/madres y superarlas.

--

Ahora entiendo por qué un lavavajillas, de tenerlo, tiene que durar 30 años sí o sí, a pesar de que quizás sea malo y un uso normal lo estropee enseguida.

Es decir, ese gusto por cuidar las cosas y arreglarlas si es preciso. Porque lo fácil es empezar de cero si se cuenta con los medios. Pero, si no se tienen, bien vale arreglarlas, una, y cien veces si es preciso.

Ahora me tildaré de reformista y dejaré que mis antiguos compañeros de militancia me corten la yugular por renunciar a los postulados máximos de, por qué no decirlo, cierto anarquismo, que no todo, que dictan que no sirve de nada reformar puesto que se heredan los males de aquello que se somete a reforma.

Pues bien, si reciclar también es una manera de reformar, que los acusen a todos de herejes contra su fé.

Por otro lado, cierto es que en estos últimos quince años he ido llenando la casa de mis progenitores de más y más trastos «informáticos»; primero fue mi habitación pero, como representaban un peligro para mi correcto descanso nocturno, fueron acertadamente trasladados a la habitación contigua que, en otro tiempo, fue de mi hermana.

La verdad es que ayer me di cuenta de que, dado que se supone que llevo año y medio viviendo en Villaverde, quizás debería trasladar los cacharros a otro lugar más adecuado que la habitación originalmente de mi hermana, ahora ocupada por un par de routers que siempre guiñan sus lucecillas y una impresora láser que si es grande, más ruidosa es aún, aunque eficiente, eso sí.

En fin, creo que por ahora ya hay mucho dicho.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Internet hace 20 años y ahora... por ejemplo

Ya está. Internet era, por aquel entonces, un juguete de nuestra alocada adolescencia. Alocada porque éramos bastante niñatos de barrio de nuevos ricos -y lo fuimos durante mucho tiempo, quizá aún ahora. Juguete porque no lo entendíamos como una manera de comunicarnos como sí lo eran los SMS o las llamadas.

Hace 15 años, gente de más o menos mi generación, del '84, entrábamos a Internet por dos motivos principales: para buscar fallos (años después llamaríamos a eso vulnerabilidades) que nos permitieran acceder a recursos de otra manera prohibidos y, también, para llevar a cabo parte de nuestro proceso adolescente; tratar de ligar.

La mayoría nos inventábamos un nickname (podíamos estar varias semanas dándole vueltas para acabar con algo como «subzer0») y opcionalmente conseguíamos fotos de tíos mayores y más agraciados haciéndonos pasar por tías de su edad (cuando pedían foto, les enviábamos alguna de las que circulaban por «esos» grupos de las news, debidamente «maquillada» con algún programa estilo a lo que años después sería el Photoshop, pero en versión cutre).

Sin embargo, a algunos, raritos donde los hubiera, no nos bastaba con ligar con cualquier chica (generalmente chico haciéndose pasar por chica para ver si conseguía una foto mejor, etc etc), sino que además queríamos que profesara nuestras mismas convicciones ideológicas, políticas e incluso filosóficas. Eran años de pasar noches y noches en el irc-hispano en canales como #filosofia, #antifascistas o, incluso, por qué no, #catalunya, #abertzale, #autónom@s, #euskal_txokoa, etc.

Otro día sigo el post :)

Verdad inconfesable: me encantaría contarle cosas de esos años a Belén Gopegui para alguno de sus futuros libros (-:

viernes, 4 de septiembre de 2015

«Los dos nos queremos ir, pues bien, adios»

[19.48]
«Los dos nos queremos ir, pues bien, adiós».

Así te despediste ayer tras pasar toda la tarde juntxs. Ya no sé si es que no capto tus indirectas o que quizás hago algo mal.

En realidad, creo que ambxs nos gustamos y, sin embargo, tú esperas que te «corteje» cuando lxs dos sabemos, al menos yo, que tengo demasiados complejos como para atreverme a hacerlo sin ser temerario y hacer una cagada en toda regla.

La verdad, cuando me preguntaste si quería tener niños me vine bastante arriba porque la verdad es que me gustaría tenerlos y quizás tú sí puedes ser la madre de nuestrxs hijxs.

Luego, cuando me insististe -por enésima vez- que debería poner en funcionamiento mis artes amatorias (o de ligar, hablando más llano), creo que me faltó decirte que nunca las he tenido, en lugar de urdir esa respuesta improvisada que di de que las había olvidado por falta de uso o en lugar de eso que dije.. «yo conquisto a largo plazo» o alguna fanfarronería por el estilo.

Si bien el ¿martes? estuvo de fábula y creo que lxs dos terminamos de muy buen humor; ayer, jueves, la historia era bien distinta y parecía que habíamos caído de nuevo en esa dinámica en la que yo te digo cosas que tú no quieres oir y al final «la chica no se ríe y se va todo a la mierda».

No es que crea que te tenga que hacer reir (bueno, si nos reimos las dos mejor que mejor) pero lo cierto es que creo que a veces te hago sin querer la vida un poco imposible y, bueno, en fin, no era mi intención.

En cierto sentido soy un tanto cabrón. En cuanto intuyo que puedo interesarle a alguien le pierdo el respeto: me crezco y me vuelvo un gilipollas. No queda rastro de ese tío con ganas de desafinar cantando karaoke (y aprender por el camino) sin importar quién le escuche ;)

Por eso creo que nunca he tenido una pareja... ya no estable, sino simplemente pareja... Lejos quedan aquellos «rollos» que nunca llegaron a desarrollarse y construir algo estable y creo que en todos los casos confundía el amor con solo sexo... y eso mandaba a la mierda todo. Incluso recuerdo que una vez acusé a mi «rollo» de que me utilizaba como un objeto sexual... ¡Juas!

La historia es que no sé si realmente he progresado algo en esto; hace muchos años que no tengo relaciones demasiado profundas, siempre excusándome en lo mucho que tengo que estudiar, en lo complicada que tengo la vida... o en lo complicada que es mi situación psicológica (ja, ja y ja)...


Lo jodido es que llevo tantos años con relaciones «convencionales» en las que prima lo superficial (y eso que son personas supuestamente muy metidas en el rollito antiglobi (o cómo se diga ahora)) y he perdido mucha experiencia.

Sí, la verdad es que no tengo ni puta idea de ligar, ni casi casi de entablar una relación más profunda que la que se tiene con lxs colegas del parque con quienes se queda a hacer botellón.  Estoy aprendiendo ahora. ¿Me ayudas? ¿Nos ayudamos?

Bueno, en realidad a lo mejor tú simplemente quieres ser mi amiga y yo me estoy organizando un montón de historias en la cabeza.

En ese caso, no sé siquiera si cuando me dijiste la frase del título del post realmente estabas enfadada o es que realmente también tenías frío.

Sea como sea, no quiero que pasen otros X meses hasta que nos volvamos a ver.
 El domingo estoy en yoga. Y cuando quieras cantamos.

A lxs demás, poca cosa, quien haya llegado aquí y sepa quién soy ya puede sentirse afortunadx, hace mucho desvinculé este blog de mis otras actividades en Internet. Besos y a ver si nos vemos pronto :____D

Zubizurian berriro? Ez dakit... pot ser :)

miércoles, 6 de mayo de 2015

Las fotos de Rebeca y... cierta tristeza

Era una de aquellas mañanas soleadas pero tristes.

Tras llegar al lugar de coworking en Legazpi, decidí ir a por algo a una tienda de ultramarinos (llámese chino) en las proximidades y, finalmente, compré una malta. Al guardar el cambio descubrí que tenía 5 euros que podría haber empleado en lugar de los 20 euros que acababa de sacar en un cajero del Santander.

De vuelta al tajo, procrastinaba sin descanso aquí y allá, en páginas de Medialab-Prado sobre la convocatoria de Visualizar'15, inscribiéndome en el grupo de trabajo sobre mapas para guifi.net que habían propuesto Àl Cano y Josep Jordana y...

De pronto quise verla una vez más. Entré a Facebook con mi cuenta personal aún en la sesión del navegador dedicada al trabajo y busqué su nombre. «Rebeca Poyatos». Sólo encontraba a una mujer isleña y a otra chica sudamericana. Me acordé: «Rebe Poyatos». Empecé a teclear y me salió un amigo común: «Javier Jimenez Valero». ¿Cuánto tiempo hacía que no veía aunque fuera de lejos a Javier? ¿Y a Rebeca? Las fotos con privacidad pública mostraban a Receba en Peñafiel (a juzgar por los comentarios) y, en el siguiente set, a Rebeca con Laura (aquella Laura que en los años de colegio era de las chicas más raras y que en las fotos lucía unas prendas caras, finas y elegantes, como el resto de personas que aparecían), Javier, Anita van Rooy y Sofía, entre otras personas.

Y me inundó un profundo sentir de impotencia y de anhelo, de impotencia por no tener algo, de anhelar algo que quizás nunca tuve.

Durante mis años en el Mirabal nunca fui popular. Nunca. Bueno, matizaré. Durante mis años en el Mirabal nunca fui popular en un sentido positivo: que si había gritado a tal o cual profe, que si había meado en la papelera porque no me dejaban ir al servicio... Pertenecía al grupo de los apestados y, por eso, en 3º de EGB no tuve ningún problema en decir que sí cuando los profesores me propusieron un cambio del grupo B al grupo E. Perdía un montón de relaciones sociales pero ganaba la libertad de labrarme un nuevo estatus social en aquel nuevo grupo, fundamentalmente formado por alumnos y alumnas provinientes de otros colegios (St Michaels y otros que ahora no recuerdo).

El sentimiento de anhelo de pertenecer a algo que seguramente es más el resultado de un trauma infantil-juvenil-adolescente no resuelto que una realidad palpable.

Cuando estaba en aquel colegio, el Mirabal, siempre me veía a mi mismo como alguien ajeno a todo aquel mundo de postureo (la práctica ya era común entre los alumnos de aquel colegio a principios-mediados de los años 90 aunque el término aún no hubiera sido acuñado... o sí, qué más dará).

Odiaba a rabiar las superproducciones estadounidenses (americanas solían decir allí) y amaba con locura el cine español de aquellos años, del bueno, claro, que sabiamente mi hermana me iba dosificando); odiaba a rabiar los programas de reality que empezaban a inundar la televisión y amaba con locura los concursos en los que se premiaba la inteligencia y la sapiencia antes que la temeridad y la osadía gratuitas.

Total, que no tenía tema de conversación con mis compañer@s de clase. Y eso me convirtió en un marginal, marginado... en un margi.

Siendo un margi casi cualquiera estaba por encima de mí y, sin embargo, alguna de la gente que ahora veo tan bien relacionada (y tan bien vestida) en esas fotos del perfil de Rebeca, eran también margis...

¿Cómo habrán logrado trascender su condición? ¿Les habrá costado tanto que ahora la defenderán más que los nativos de su nueva condición? ¿Quizás nunca fueron de aquella baja condición, sino que estaban allí de paso, de prácticas y/o experimentación? ¿Quizás nunca fueron margis? O... ¿y si realmente ahora tampoco es oro todo lo que reluce?

No, no es que quiera sacar mierda o trapos sucios ajenos, sino que necesito pensar mi historia para saber quién soy y a dónde voy... por eso pretendo mirar un rato atrás y analizar. Si molesto a alguien, que se ponga en contacto conmigo y lo hablamos, que será un placer.

En serio, ojalá ahora les vaya muy bien.

En fin, ahora me encuentro con un sentimiento... Como si todo eso que yo idealizo en mi cabeza fuera posible y como si, con un chasquido de dedos de alguna persona mágica, poderosa, el curso de todos esos y estos años pudiera cambiarse.

Lo que ocurre es, como siempre, que me jode que a gente con la que compartí tantos momentos ahora les vaya tan bien y a mi no, aquí encerrado en un maldito espacio de coworking y sin curro, grupo de amig@s ni compañera.

Un saludo, audaces.
A.

Tech: Cosas que hacerle a una página web que mantienes (institucional o muy grande i tot alló)

 Cosas que le puedes hacer: Estandarizar los colores   Homogeneizar las fuentes Una para el contenido Otra para los enlaces (y así te evitas...