viernes, 5 de abril de 2019

Resumen de pérdidas 1992-2000 y recuento de daños

Ya lo recuerdo.

Mis años en Pozuelo vinieron marcados por falta de amigos, fruto de cambio de casa en el 92 y de cambio de colegio en el 98. Tanto el cambio de casa, imposición de mis padres, como el cambio de colegio, imposición a medias de mi hermana y de mi madre, lo decidió el resto de la familia.

Sin embargo, quizás en una espiral autodestructiva o quizás queriendo evitar viejas amistades quemadas por los amores y desamores, las idas y venidas en el colegio; en el 93 me cambié de clase, del B al E, de manera que también en este proceso perdí amigxs.

Resumiendo:
- 92, diciembre: pierdo a lxs (pocxs) amigxs y vecinxs de la antigua casa;
- 93: pierdo a lxs amigxs y compañerxs de clase desde el año 89-90;
- 98: pierdo a lxs amigxs del Mirabal, en su totalidad, porque entonces no había móviles ni facebook y no me apunté ningun teléfono (salvo el de la que quería que fuera mi novia ^-^ pero nunca la llamé);
+ 2000: pierdo a lxs amigxs del anterior colegio por cambiarme al instituto.

Quería hacer lo de la gente de mi edad. Y de mi edad era todo: no solo lo que hicieran los chicos de mi edad, como descubrir el tabaco, el brillo del licor o la mujer; también el entrenar, tirarme en parapente o correr una Marathón.

Aquellos años empecé a fumar, con 14 años (en el 98, en un campamento de verano), hábito en mi caso destructor y demoledor hacia mi persona y que por suerte, tras 21 años de adicción, he dejado felizmente hace casi dos meses.

Pero lo peor que hice aquellos años fue empezar a no dormir, pero no dormir nada en toda una noche. Iba al colegio sin apenas dormir. Con el cambio al instituto fue aún peor, porque directamente casi todos los días iba de empalmada. Luego llegaba el finde, venga a beber y a fumar porros, y al llegar a casa a las 5 o las 6 me tiraba en la cama a dormir hasta, fácil, las 4 o las 5 de la tarde del día siguiente, cuando no las 9 o las 10 de la mañana del siguiente.

Gracias a esta adicción a no dormir para jugar a ser el master del universo de los ordenadores (para que no haya equivoco: rara vez estaba jugando a un juego propiamente dicho), hoy en día poseo muchos conocimientos del tema que sin embargo no sin homogéneos... y una depresión / trastorno bipolar... y una devastación casi absoluta de mi intestino... y múltiples contracturas dificilísimas de curar (voy a menudo a fisio)... y una madre muerta de pena... y un padre empezando a vivir al ver que también hay vida aquí y que ama la vida a pesar de su cáncer, que no le matará pero le quitará un tiempo la hombría.

Hemos sobrevivido solo los hombres, si contamos con la familia de mi madre.

No es justo, ellas hacían mucho más, se lo curraron más.

Esto es lo que hay.

Hasta el infinito y más allá, que hoy he salido por tercera vez a correr y me ha encantado.

Solo siento que es un poco tarde para celebrar esta victoria con alguna gente que he querido y seguiré queriendo al calor de los guisos que compartimos y que repito, como hoy; y al son de las canciones que compartimos y en cierto sentido seguimos compartiendo.

Os quiero, mujeres Jimeno. Os merecéis un homenaje. Pronto.

miércoles, 3 de abril de 2019

El origen de mis hongos

Ya lo recuerdo.
Fue con los scouts.
Una noche me mojé y dormí empapado dentro del saco.
Al día siguiente el saco olía a ese característico vómito (ni yo ni nadie había vomitado) que me acompañaría en los siguientes años, cómo la Semana Blanca del Mirabal, etc...

Carta a mi madre (allá donde estés): fluir o el modo automático

Hola, mamá:

Te escribo porque últimamente he conseguido salir de una dinámica de la que me acabo de dar cuenta hoy, esta noche.

Hace años recuerdo que en una época nos empezó a fallar eso que ahora yo llamaría «piloto automático»; que dejamos de usarlo porque nos llevaba a hacer las cosas cada vez peor. Y entonces nos liamos la manta a la cabeza y pasamos a modo manual de continuo.

¿Qué es lo que fallaba?

La casa estaba siempre por barrer, la comida se pudría en el frigorífico (¡ay, la de guerra que nos dieron aquellas bacterias tan malolientes!), nuestras digestiones cada vez eran peores y, en general, siempre que estábamos más de uno en casa daba igual porque permanecíamos realizando actividades solitarias en nuestras habitaciones o en el salón; es igual, cada cual en una sala.

Esto debió de empezar sobre el año 98.

Y de momento no tengo nada más que decirte.

Ah, sí, ayer empecé a entrar en modo automático: a hacer cosas dejando que el cuerpo fluya, tratando de ser menos mental.

Ah, también me están saliendo pelitos en las manos :)

Publicidad y pseudociencias

Con una sociedad profundamente inculta en la que las pseudociencias de las nocivas se cuelan en forma de Harry Potter y Marvel con el beneplácito de los gobiernos y el empeño de las empresas del capitalismo de consumo, pseudociencias que nos hacen reforzar la idea de que una persona va a tener las propiedades geniales del anuncio o la vida fabulosa de su anterior dueño y con otras «pseudo cencias» como el yoga o el tai-chi que los gobiernos quieren prohibir por curar lo que no cura su «medicina "tradicional"», ya solo pendiente de maquillar síntomas y con una nula preocupación por las causas...

... me pregunto:

¿SOMOS TONTOS?

Tech: Cosas que hacerle a una página web que mantienes (institucional o muy grande i tot alló)

 Cosas que le puedes hacer: Estandarizar los colores   Homogeneizar las fuentes Una para el contenido Otra para los enlaces (y así te evitas...