La decepción de las decisiones tomadas por terceras personas sobre mi propia vida me hacen plantearme por fin si no estaré tomando la posición plácida de quien permite, se queja, rectifica y, en definitiva, lleva una vida quejumbrosa, miserable y arrogante.
Mi hermana es mi hermana pero no sabe ni la mitad de mi vida; mi amigo es mi amigo pero no sabe ni la mitad de mi vida.
Mi hermana está dolida porque no le hice caso en su boda; trataba de arreglar mi relación con mi expareja.
Mi amigo estaba harto de que hablara de mi ex, tan harto que y bien día me dijo: dile que te deje, que te devuelva lo que te deba y bloquéala.
Mi hermana también me lo dijo.
Yo les hice caso.
Mi ex me la jugó muy dura y tengo un juicio pendiente por atentado a la autoridad por su culpa.
Mi ex me ha enseñado las cosas más maravillosas en estos últimos años. Aunque es bastante absorbente e insistente creo quite me entiendo muy bien con ella. Pero nunca me ha pedido perdón. Tengo miedo de no encontrar a nadie igual. Según algún psicólogo mi ex es una perversa narcisista y yo una persona con altas capacidades. Pero no puedo evitar quererla.
Y ahora mismo la echo de menos y estoy dolido por afrontar una decisión que no he tomado yo... conscientemente.
