Ya está. Internet era, por aquel entonces, un juguete de nuestra alocada adolescencia. Alocada porque éramos bastante niñatos de barrio de nuevos ricos -y lo fuimos durante mucho tiempo, quizá aún ahora. Juguete porque no lo entendíamos como una manera de comunicarnos como sí lo eran los SMS o las llamadas.
Hace 15 años, gente de más o menos mi generación, del '84, entrábamos a Internet por dos motivos principales: para buscar fallos (años después llamaríamos a eso vulnerabilidades) que nos permitieran acceder a recursos de otra manera prohibidos y, también, para llevar a cabo parte de nuestro proceso adolescente; tratar de ligar.
La mayoría nos inventábamos un nickname (podíamos estar varias semanas dándole vueltas para acabar con algo como «subzer0») y opcionalmente conseguíamos fotos de tíos mayores y más agraciados haciéndonos pasar por tías de su edad (cuando pedían foto, les enviábamos alguna de las que circulaban por «esos» grupos de las news, debidamente «maquillada» con algún programa estilo a lo que años después sería el Photoshop, pero en versión cutre).
Sin embargo, a algunos, raritos donde los hubiera, no nos bastaba con ligar con cualquier chica (generalmente chico haciéndose pasar por chica para ver si conseguía una foto mejor, etc etc), sino que además queríamos que profesara nuestras mismas convicciones ideológicas, políticas e incluso filosóficas. Eran años de pasar noches y noches en el irc-hispano en canales como #filosofia, #antifascistas o, incluso, por qué no, #catalunya, #abertzale, #autónom@s, #euskal_txokoa, etc.
Otro día sigo el post :)
Verdad inconfesable: me encantaría contarle cosas de esos años a Belén Gopegui para alguno de sus futuros libros (-:
Hace 15 años, gente de más o menos mi generación, del '84, entrábamos a Internet por dos motivos principales: para buscar fallos (años después llamaríamos a eso vulnerabilidades) que nos permitieran acceder a recursos de otra manera prohibidos y, también, para llevar a cabo parte de nuestro proceso adolescente; tratar de ligar.
La mayoría nos inventábamos un nickname (podíamos estar varias semanas dándole vueltas para acabar con algo como «subzer0») y opcionalmente conseguíamos fotos de tíos mayores y más agraciados haciéndonos pasar por tías de su edad (cuando pedían foto, les enviábamos alguna de las que circulaban por «esos» grupos de las news, debidamente «maquillada» con algún programa estilo a lo que años después sería el Photoshop, pero en versión cutre).
Sin embargo, a algunos, raritos donde los hubiera, no nos bastaba con ligar con cualquier chica (generalmente chico haciéndose pasar por chica para ver si conseguía una foto mejor, etc etc), sino que además queríamos que profesara nuestras mismas convicciones ideológicas, políticas e incluso filosóficas. Eran años de pasar noches y noches en el irc-hispano en canales como #filosofia, #antifascistas o, incluso, por qué no, #catalunya, #abertzale, #autónom@s, #euskal_txokoa, etc.
Otro día sigo el post :)
Verdad inconfesable: me encantaría contarle cosas de esos años a Belén Gopegui para alguno de sus futuros libros (-:
No hay comentarios:
Publicar un comentario