sábado, 26 de diciembre de 2015

La respuesta está dentro de ti

Un día más. No logro conciliar el sueño. Que si no sé teclear a ordenador. Que si realmente no soy bipolar. Que si lo mío es una depresión doble...

Al fin y al cabo, llevo unos meses llorando intermitentemente antes de irme a dormir, casi siempre acordándome de aquel concierto de primer aniversario de Diagonal, en las Vistillas, diciéndole a aquella chica que me quiso que no me apetecía pasar aquella noche con ella. Eso sí, de muy malas maneras.

Lo que no llegué a decir, ni de buenas ni de malas, es que para mí aquello de dormir más de una noche seguida con una persona era completamente atípico.

No tenía la costumbre.

Ahora, quizás, sí, aunque no practique.

Será la edad.

Tampoco le pedí que me perdonara. Años después sí lo he hecho. Las vueltas que la la vida, ella me contestó a un mensaje de hace cuatro o cinco años y mantenemos una conversación por correo. Para ella todo aquello queda lejos, los recuerdos se borran...

Ojalá fuera así para mí también. Pero me siento preso de un sentimiento que seguramente sólo yo conservo... Ni ella ni los amigos que estaban aquella noche parecen recordarlo, aunque lo cierto es que nunca he tratado de hablarlo con ellos.

Aunque me dé miedo, un día de estos me gustaría intentar hablarlo. Aunque sea para reconciliarme conmigo mismo.

Y así poder desbloquearme...

No por haber sacado una vez las garras a quien [me] quería voy a creer que no soy capaz de querer sin mostrarme en mi fragilidad, sin ser leal a quien se me muestra en su fragilidad...

Por una vez no tirar de mi cultivadísima paciencia (quizás tolerancia inquisidora) sino ser comprensivo, empático...

Creo que tengo que trabajar esto... Pero siempre me cuestiono: en la discoteca no, que es mal ambiente; en el parque no, que no sé cómo empezar; ... Y así me paso una vida como aquel «home estàtic», hombre estático, en cuyo cabello las golondrinas anidaban...

Joder, ya va siendo hora de empezar a moverme...

Cosas que me frenan:
  • guifi.net: en mi opinión el grupo de Madrid está a verlas venir y no me merece la pena seguir involucrado; creo que no va a ningún sitio. Sólo, si acaso, lo de Ávila y lo de Aldea del Obispo.
  • movimientos sociales: hasta las narices de gente del rollo que es acrítica con Podemos y Ahora Madrid. Si esto sigue así, me da que me voy a tirar otra vez al anarquismo.
  • informática: cada día me huele más a rancio ese sistema meritocrático del software libre. Lo primero que no me gusta es su elitismo, sólo apto para quienes resulten «mejores»; lo segundo, que nos enfrenta; lo tercero, que nos hace olvidar que el enemigo es quien monta todo este tinglado y que, aunque lo subvirtamos, seguimos legitimándolo.

Es decir, si Internet y las tecnologías informáticas han de llegar a toda la sociedad para conformar una vivencia común y dotar de las mismas oportunidades (incluso de aburrirse de ello) a todo el mundo, hagámoslo.

Eso sí, no olvidemos que estas herramientas que extendemos son del enemigo, diseñadas por el enemigo, fabricadas en su nombre (por algunos de nosotros). Además, sirven a nuestros intereses en la medida en que coincidan con los del enemigo.

No sólo digo que los servicios más utilizados de la Internet (facebook, google) son del enemigo. Las redes que conforman la Internet, salvo honrosas excepciones como las redes libres (aquí se sitúa guifi.net entre otras), son del enemigo, por y para él.

Es curioso, los datos no conocen fronteras... pero las personas siguen siendo ilegales (aunque no lo sean) y se construyen fronteras y muros para ellas... ¿Para cuándo un muro bien fuerte contra Facebook y Google?

Pero bueno, como cada vez más tanto comunistas como informáticos me van demostrando que la revolución no está en ellos... pues tendré que pasar de su rollo e irme a otro lugar con mi música.

Bona nit desde Madrid
(Escuchando Bebe - Pafuera telarañas)

No hay comentarios:

Clavo en la cabeza

 Como cada día enfrentó los ejercicios matutinos con la misma estoicidad que le caracterizaba desde que en verano empezase a sentir las arañ...