Estoy tratando de sacar ideas de maneras de plantear un sistema de economía de fichas y leo que a la hora de ir retirándolo (retirar el andamiaje, ver Brunner) se puede hacer la semejanza con los niveles de un videojuego para espaciar la entrega de recompensas y, sobre todo, para incrementar las exigencias para obtener aquellas (recompensas) al decirle que ha «subido de nivel».
Entonces me acuerdo. A mi siempre se me dieron mal los videojuegos. A menudo prefería obtener un Game Over y retomar el juego en el nivel más fácil.
De hecho, recuerdo justificarme arguyendo que no todos los niños tenían porqué jugar en niveles altos si se encontraban a gusto en los bajos.
Entonces me parecía injusto porque creía que había niños más capaces que otros. Quizás tenía razón. Quizá no.
Ahora me parece que aunque los demás se rieran por ser tan patoso (nunca he tenido consola en casa, salvo una Master System que no duró mucho porque solo teníamos un juego y no nos gustó), era interesante que me superara para entrenarme y aprender. Otra cosa es que aunque se me dieran «tan bien» los ordenadores, quizás los juegos de consola/ordenador no eran lo mío.
Otro día, más.
Otro día más.
Ver (muy buenos):
Entonces me acuerdo. A mi siempre se me dieron mal los videojuegos. A menudo prefería obtener un Game Over y retomar el juego en el nivel más fácil.
De hecho, recuerdo justificarme arguyendo que no todos los niños tenían porqué jugar en niveles altos si se encontraban a gusto en los bajos.
Entonces me parecía injusto porque creía que había niños más capaces que otros. Quizás tenía razón. Quizá no.
Ahora me parece que aunque los demás se rieran por ser tan patoso (nunca he tenido consola en casa, salvo una Master System que no duró mucho porque solo teníamos un juego y no nos gustó), era interesante que me superara para entrenarme y aprender. Otra cosa es que aunque se me dieran «tan bien» los ordenadores, quizás los juegos de consola/ordenador no eran lo mío.
Otro día, más.
Otro día más.
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