Nos pusisteis problemas que resolver (aunque eran los vuestros, no los nuestros), nos disteis medios para resolver esos problemas (en muchas ocasiones muchos más medios que los necesarios) y sin embargo nos ocultásteis que el objetivo era vivir.
Tampoco nos enseñasteis a aprender a vivir. Como mucho, si acaso, nos inculcásteis, una vez más, vuestra forma de entender las cosas. Y vuestra manera de vivir.
Un desastre.
Así que ahora no os quejéis de que seamos imbéciles, buenistas, sincericidas o, simplemente, vuestrxs hijxs.
Solo somos, en parte, y pese a nosotrxs mismxs, vuestro producto.
Y somos nosotrxs quienes hacemos el mundo ahora o, al menos, quienes podemos o debemos hacerlo en el futuro.
Gracias, madres y padres, por hacerlo.. de aquella manera.
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