Mi
enfermedad «mental» y física vino años después; primero vinieron años
de esconder ropa por coser en los armarios de ropa, olvidar durante
meses alimentos abiertos en los armarios de la cocina y postergar
durante años la renovación de las paredes o los arreglos básicos de la
casa...
Algo
nos pasó... y yo solo sé que el olor de aquel bote de Nocilla abierto
durante cuatro meses en un verano en un armario olía igual entonces que
ahora huele mi ropa cuando está muy sucia...
Llegamos
a Pozuelo en el 92 y mantuvimos la casa al detalle hasta el 97.
Recuerdo que mi madre nos echaba sapos y culebras si manchábamos la
pared de alrededor de los interruptores al apagar o encender la luz.
Justo a partir del 97 empezaron mis picores (recuerdo el día en que algo me picó en la cama).
Y a partir del 98 mi tía vivía, con mi abuela, a dos portales, en nuestra misma urbanización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario