Tienes razón.
Tratabas de enseñarme algo y creo que por fin lo he aprendido.
Los límites.
Nos hemos hecho daño durante meses tratando de colmar nuestras necesidades viéndonos sufrir.
Me pedías límites con mi familia porque tuviste malas relaciones con ellxs y yo te pedía límites con el dinero porque mi familia siempre me impuso un uso muy racionalizado del dinero.
Realmente me estaba abandonando a tu lado, tratando de escapar de mi vida, de mi destino. De mis obligaciones, de mis quehaceres, de mi día a día.
Es probable que mi vida no me guste, que me haya equivocado con mi casa o que repita las dinámicas de mis xadres incoscientemente.
Sé que estábamos construyendo un mundo propio, una burbuja, en la que resguardarnos.
Pero era algo falso.
No podía durar ni nos habría protegido mucho tiempo.
Tú no has tenido la culpa de lo que yo he sido ni yo he tenido responsabilidad de lo que tú has sido.
Cada cual hemos la responsabilidad de lo que cada cual hemos sido.
Yo he sido responsable de mis actos.
Tú has sido responsable de tus actos.
Crezcamos.
Sepamos perdonarnos algún día.
Estábamos solxs.
Y teníamos mucha carga familiar.
miércoles, 3 de julio de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Clavo en la cabeza
Como cada día enfrentó los ejercicios matutinos con la misma estoicidad que le caracterizaba desde que en verano empezase a sentir las arañ...
-
Estos días, entre muchas otras cosas, me estoy dando cuenta de que, si bien antaño los «movimientos sociales» sociales eran el «guetto» y f...
-
A veces puede ocurrir que instalamos Microsoft Office, en este caso el 2007, y nos topamos con que no podemos escribir eñes ni tildes (á, é...
-
Dicen que la adolescencia empieza cuando uno se plantea que su madre y su padre no soy omnipotentes. Yo me di cuenta de que no lo eran cua...
No hay comentarios:
Publicar un comentario