Me temo que no, no puedo querer a nadie mientras siga llorando tan vivamente a mi madre.
Peor aún, mientras siga siendo tan rematadamente cínica.
No, mi madre no.
Tú
viernes, 5 de enero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Clavo en la cabeza
Como cada día enfrentó los ejercicios matutinos con la misma estoicidad que le caracterizaba desde que en verano empezase a sentir las arañ...
-
Estos días, entre muchas otras cosas, me estoy dando cuenta de que, si bien antaño los «movimientos sociales» sociales eran el «guetto» y f...
-
A veces puede ocurrir que instalamos Microsoft Office, en este caso el 2007, y nos topamos con que no podemos escribir eñes ni tildes (á, é...
-
Dicen que la adolescencia empieza cuando uno se plantea que su madre y su padre no soy omnipotentes. Yo me di cuenta de que no lo eran cua...
No hay comentarios:
Publicar un comentario